La rosácea es una enfermedad que se desarrolla en personas de piel blanca. Su fase inicial se manifiesta con un enrojecimiento en la parte central de la cara o las mejillas, nariz o frente pudiendo llegar, en ocasiones extremas, al cuello y el pecho. A medida que avanza puede provocar la dilatación de los vasos sanguíneos superficiales de la cara, enrojecimiento ocular, ardor e incluso la nariz roja lobulada. Es muy habitual que en la adolescencia se confunda con el acné o la dermatitis seborreica.
¿Cuáles son sus causas?
Los expertos no se ponen de acuerdo a la hora de determinar las causas exactas que provocan esta enfermedad. Lo cierto es que todo apunta a que en su aparición influyan factores como la predisposición genética, la herencia, la dispepsia, las enfermedades endocrinas, la carencia de vitaminas, las alteraciones micro circulatoria o factores psicogénicos.
Su tratamiento
Su tratamiento y la eficacia de este es algo realmente importante para todas aquellas personas que la padecen ya que como consecuencia de su físico su confianza y autoestima se ve mermada hasta llegar en numerosas ocasiones a profundas depresiones. Los tratamientos existentes combinan antibióticos orales y solución tópica, en determinadas ocasiones la terapia fotodinámica puede dar excelentes resultados reduciendo el enrojecimiento y la manifestación de los vasos sanguíneos. En los casos más extremos puede llegar a utilizarse el rejuvenecimiento con láser para remodelar la nariz.