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miércoles, 28 de septiembre de 2011

La rosácea: sus causas y su tratamiento.

La rosácea es una enfermedad que se desarrolla en personas de piel blanca. Su fase inicial se manifiesta con un enrojecimiento en la parte central de la cara o las mejillas, nariz o frente pudiendo llegar, en ocasiones extremas, al cuello y el pecho. A medida que avanza puede provocar la dilatación de los vasos sanguíneos superficiales de la cara, enrojecimiento ocular, ardor e incluso la nariz roja lobulada. Es muy habitual que en la adolescencia se confunda con el acné o la dermatitis seborreica.

¿Cuáles son sus causas?

Los expertos no se ponen de acuerdo a la hora de determinar las causas exactas que provocan esta enfermedad. Lo cierto es que todo apunta a que en su aparición influyan factores como la predisposición genética, la herencia, la dispepsia, las enfermedades endocrinas, la carencia de vitaminas, las alteraciones micro circulatoria o factores psicogénicos.

Su tratamiento

Su tratamiento y la eficacia de este es algo realmente importante para todas aquellas personas que la padecen ya que como consecuencia de su físico su confianza y autoestima se ve mermada hasta llegar en numerosas ocasiones a profundas depresiones. Los tratamientos existentes combinan antibióticos orales y solución tópica, en determinadas ocasiones la terapia fotodinámica puede dar excelentes resultados reduciendo el enrojecimiento y la manifestación de los vasos sanguíneos. En los casos más extremos puede llegar a utilizarse el rejuvenecimiento con láser para remodelar la nariz.

Alopecia androgénica en la mujer.

Es una pena pero también una realidad, ya no solo es el hombre el que sufre la pérdida de pelo sino que también se está extendiendo al cabello de la mujer. La pérdida de pelo en la mujer afecta a un pequeño porcentaje de mujeres entre los veinte y los treinta años. Pero llega ya a un treinta por ciento a mujeres comprendida entre los cuarenta y los sesenta años.

La alopecia androgénica en la mujer tiene unas características definidas y solo por el hecho de que haya un aumento en la caída del cabello no indica que padezcamos alopecia patológica. Antes de lanzarnos a la compra de productos hay que pasar por un diagnóstico que nos diga claramente qué tipo de alopecia padecemos, por lo que recomendemos que visitéis a un dermatólogo especialista en estos casos.

Si notas una pérdida en la densidad de tu cabello y crees que puedes estar pasando por el principio de alopecia androgénica te sugerimos desde aquí que vayas a una consulta con tu dermatólogo que como decíamos antes es el que más te puede aconsejar.

El debilitamiento del cabello esta seguido de síntomas como acné, periodos irregulares o infertilidad por lo que se puede hacer unos estudios hormonales.